¿Por qué viajar a Escocia?
Los motivos son incontables: quizás lo tienes claro desde que viste alguno de sus castillos mediante revistas, televisión o internet, o tal vez te fascina su cultura, y quizás quieras recorrer las calles de Edimburgo llevando tus pasos por senderos remotos entre lagos y montañas.
Sin embargo, entiendo que te pueda atraer de aquel país que se entrevé en mil y una novelas, películas o series como: Outlander, comprobar si Nessie ronda por Las Highlands, como cuando leías esas historias verdaderamente misteriosas.

El perderte en una ruta en coche cuando llueve, o terminar la noche con un dram de whisky en algún pub. Son tantos los misterios que rondan en aquel país vikingo...
Sea cual sea el motivo, has elegido un destino maravilloso. Mi familia y yo lo tenemos claro: ¡aquí tienes razones para visitar Escocia por lo menos una vez en la vida!
Emocionarte con su naturaleza maravillosa
Desde el pico más apartado de las Highlands hasta los campos amarillos de los Borders, me ha maravillado la naturaleza de esas campiñas. También, desde los lochs de aguas insondables hasta los bosques húmedos y tupidos, y desde las playas de arena blanca hasta las costas escarpadas y sus islas… mi retina, no daba crédito ante tanta belleza.
Cada uno de estos lugares aporta una pincelada de belleza a la naturaleza salvaje de Escocia, donde los ciervos, delfines, liebres, Highland Coos, focas o puffins comparten protagonismo.
Incluso sin alejarte demasiado de las ciudades que rodean a Escocia capital, encuentras paisajes casi intactos y tan majestuosos y a la vez tan sencillos, pero tan poderosos, que al contemplarlos te sientes minúscula y te inunda la emoción y el placer de poder contemplarnos en primera persona.

Castillos espectaculares
Detrás se esconde la mano del hombre, se pueden observar los castillos que forjan los paisajes de Escocia tanto como los lagos o las montañas. No importa en qué rincón te encuentres: seguro que no estás lejos de una fortaleza, restaurada o en ruinas, abierta al público o abandonada al paso de los siglos.
Te cuento, que a veces, imaginaba en ese momento, tiempos de batallas, modos de vida ancestrales y un sinfin de historias que parecieran que fueran a salir de cada castillo por las que pasas para conocer, como por ejemplo: El castillo de Eilean Donan, el castillo de Edimburgo, el castillo de Dunnottar, el castillo de Stirling o el castillo de Urquhart que son de los que reciben más visitantes en el año.
Pero son solo algunos nombres entre cientos de construcciones, que alguna vez fueron miles, cada una con una historia fascinante, tortuosa, romántica, misteriosa e inquietante detrás. ¡Y con algún fantasma que sigue viviendo allí, también…!

Ver el cielo cómo cambia mil veces en un día
Seguro que habrás oído que, en Escocia, muchas veces que en las cuatro estaciones hacen aparición en un mismo día o en una misma hora. Así es el tiempo escocés me dijo un guía que nos llevaba a conocer partes maravillosas de Escocia.
El cielo es caprichoso, en realidad, y también es una fuente constante de sorpresas: engulle las montañas con una niebla tan densa, que no te deja ver unos metros más allá. Se llena de nubarrones grises que hipnotizan, hasta manda lluvia imperceptible pero incesante, que tiñe de verde los paisajes ante tus ojos sorprendidos…
Y, de vez en cuando, se abre para dar paso a unos rayos de sol, pintando un atardecer de colores inolvidable, o un arcoíris en el horizonte en el momento menos pensado, haciendo que se te olvide todo lo demás en tan solo un segundo. No imaginas las cosas bonitas que puedes vivir allí en tan solo un momento de tu vida…deberías experimentarlos….
Aquellos pueblitos de cuentos
Las grandes ciudades atrapan generalmente, pero es cuando paseas por pueblitos como Culross, Kirriemuir, Crail, Luss o Tarbert, cuando comienzas a saborear la Escocia más pintoresca, la que parece anclada en el tiempo.
Esas aldeas de calles estrechas y flores en las escaleras de piedra, donde a veces no te cruzas con un alma, y aunque las recorras de un extremo al otro, podrás casi siempre observar que hay un pub o una tienda de fish & chips en cuyo interior sí se escucha el rumor de vecinos.
Cafeterías acogedoras en el sitio menos pensado
De Escocia siempre se destacan el haggis y el whisky, aunque detrás se esconde una gastronomía mucho más diversa y bien gustosa.
Siempre nos sorprende a los turistas y extranjeros que pasean por ese país, lo dulce: no hay más que ver las galletas de mantequilla o las barras de millionaire’s shortbread y tablet.
Y lo curioso, es que igual que más arriba comento que en el pueblito más perdido, siempre hay un pub, aunque también encontrarás una cafetería acogedora donde tomar un té acompañado de un trozo de tarta o de un scone escocés. Eso me hace acordar mucho a la ciudad de Trelew en Argentina, donde hay casas de té con tortas galesas y escocesas de las que he desgustado algunas veces cuando he ido de visita.
Aunque, para comprobar que no son un espejismo, tendrás que llegar antes de las 16:00 o las 17:00, que es cuando la mayoría cierran. Si, así como lo lees, ese es el horario impuesto allí.
Las celebraciones y tradiciones escocesas
Con el multitudinario festival de artes de Edimburgo en el epicentro, Escocia es la tierra de las celebraciones. El fuego arde en mitad del invierno en el Up Helly Aa, en las Islas Shetland. La tradición viaja por las Tierras Altas con los Highland Games.
Es así que Edimburgo recupera la herencia celta con las noches de Samhuinn y de Beltane. Y en todo el país se celebra el Hogmanay, el fin de año escocés, al ritmo de la canción Auld Lang Syne
Las leyendas del día a día en Escocia
No creer en ellas, no sirve de excusa, porque los fantasmas, la superstición y las leyendas están presentes en muchísimas facetas de Escocia. Inclusive no hay castillo que se precie sin algún alma en pena, que ronde las estancias, ¿y qué nos dices de Nessie, el monstruo del Loch Ness, que lleva décadas intrigando a los turistas que visitan el lago. Hasta estoy elaborando un libro sobre lo vivido allí cuando fui con mi familia.
Las hadas tampoco se esconden, como puedes comprobar en los montículos del Fairy Glen, en la isla de Skye, o en el Loch Lomond y los Trossachs, hogar de la extraña historia de Robert Kirk. Recuerdo cuando estudiaba inglés en la Asociación de Cultura Inglesa de Bahía Blanca, mi ex profesora Lorna Brown sabía ponernos vídeos de historias escocesas e inglesas y era de ver cómo la película nos introducía en las vivencias de esas tierras con sus protagonistas.
Las leyendas de Edimburgo son cautivadoras, como también lo son las esculturas de los Kelpies, representación de una de las criaturas más inquietantes de la mitología escocesa.

Historias que atrapan
Empapándote de la naturaleza y visitando castillos, catedrales, ciudades y pueblecitos, irás desentrañando la historia de Escocia y de sus múltiples habitantes gracias a los excelentes guías e historiadores de Escocia.
Para muchos, el primer contacto con la historia del país, es a través de películas como Braveheart o Rob Roy, o de series como Outlander, pero, por supuesto, la realidad es mucho más compleja que la ficción.
Y más emotiva: estremécete en los páramos de Culloden, que contempla el Loch Shiel y el monumento a los jacobitas desde Glenfinnan, visita el asentamiento milenario de Skara Brae, adéntrate en las habitaciones del castillo de Edimburgo, conoce el destino de reyes y reinas, explora las abadías en ruinas de los Borders, recorre los vestigios del muro de Adriano… ¡Y descubre en primera persona la historia de Escocia! Te aseguro, que no le falta nada.
No pretendo ser categórica y encasillar a todo un pueblo bajo una misma definición: ‘los escoceses son…’. Pero, tras vivir mucho tiempo en Escocia mi amiga Amy Benson y visitar el país como turistas en otras ocasiones y hospitalizarnos en su casa, siempre me ha comentado que hay aspectos de su gente que sorprenden y reconfortan, y es: la disposición a ayudarte.
Como cuando un escocés nos salvó de un mal rato maniobrando nuestro coche de alquiler y su familia se acercó después a preguntar si estábamos bien, en lugar de impacientarse, porque hubiéramos bloqueado el tráfico; el orgullo y el amor que sienten por su tierra , no hay mejor recomendación que la que un habitante que te da sobre su ciudad o su región, y el carácter bondadoso con que te explican o te acompañan para no dejarte sola.
Algo tenemos claro: sin ellos, y sin el acento escocés que tanto cuesta descifrar las primeras veces, Escocia perdería una buena porción de su magia. La verdad, me quedé impactada. Unas personas amorosas, que no olvidaré mientras viva.
Segura que querrás regresar
Y no te culpo, porque iría más veces o inclusive a vivir…¡Así que, mejor empezar cuanto antes! Todavía no he conocido a nadie que haya vuelto decepcionada/a de Escocia; al contrario, son muchos los que me han contado antes de mi familia y yo conocerlo, que vuestro viaje ha sido muy especial y que están deseando volver de visita.

Con una capital tan pintoresca como Edimburgo, ciudades tan enérgicas como Glasgow, naturaleza y atracciones tan turísticas y remotas, como tú elijas y además una cultura apasionante que te acompañará a lo largo de todo el viaje… ¡Escocia es uno de los destinos más extraordinarios del mundo!
¿Cuál es la mejor epoca para viajar a Escocia?
¿Cuántos días hay que estar en Edimburgo?
Y tú, ¿has estado ya en el país? ¿Cuáles son tus razones para viajar a Escocia? ¡Cuéntame en los comentarios, comparte!
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