La personalidad
Una cosa que aprendemos con los años las mujeres maduras, es que el nivel de madurez, no siempre está relacionado con la edad. Hay mujeres que comienzan el proceso de madurez desde bien pequeña y, otras a las que les cuesta más tiempo. En el caso de las nosotras, hay ciertas características de la personalidad en las que se aprecia fácilmente en este proceso.
Pero vayamos a analizar paso a paso cómo vamos cambiando con los años:
La Individualidad
Hoy en día, una mujer madura no tiene miedo a vivir su propia vida, porque valora su individualidad. Y aunque ha dejado de lado los años de rebelarse por cualquier cosa, no está dispuesta a conformarse con cualquier cosa. Se niega a cumplir lo establecido, si sus principios van en contra de ello. Es hora de tener la voz propia, sin tener que complacer a alguien.
Nuestra Zona de confort
Cuando alcanzas la madurez, dejas de tener miedo a experimentar cosas nuevas y a ampliar tus horizontes. Ya se trate de conocer gente nueva, de abrir nuevos temas de conversación, de visitar lugares conocidos o de abarcar nuevas tareas profesionales. Las mujeres maduras se aventuran a cualquier nuevo proyecto y ponen en él toda su alma. Tengan éxito o fracasen, habrán vivido una experiencia muy valiosa y habrán aprendido una lección. Pasar por ese proceso de adrenalina como cuando éramos jóvenes, te hace vibrar y vivir. Cuesta salir de la zona de confort a una cierta edad, pero es necesaria para nuestro propio crecimiento de la personalidad.
La Felicidad y la personalidad
Este tema de la felicidad, se puede tomar desde dos puntos de vistas, como concepto: Las chicas jóvenes tienden a buscar la felicidad en factores externos a ellas mismas. En cambio, una mujer madura, entiende que la verdadera felicidad deriva del amor propio y de la confianza en sí misma misma, y es responsable de su propia felicidad.
El Conocimiento de sí misma
Una mujer realmente madura, que ha llegado al conocimiento de sí misma, es porque ha desarrollado su propia visión de la vida, delinea su propio curso, y sabe quién quiere ser. La personalidad sale hacia fuera, porque ha encontrado su propia voz y expresa sus opiniones, sin importar las consecuencias. Eso no quiere decir que sea una mujer atolondrada, sino más bien, una mujer resolutiva.
El Sentido de la Realidad en el Amor
Una mujer joven, espera a su príncipe azul y vivir un cuento de hadas. Una mujer madura, sabe que las relaciones reales prosperan en la confianza mutua, el respeto del uno por el otro, el compromiso y el trabajo duro de dos personas que se dedicarán a alimentar y nutrir sus relaciones de pareja o de amistad.
El Sentido de Estilo
Una mujer joven imita la tendencias ciegamente para ser aceptada entre sus pares y con el joven al que desea conquistar. Pero una mujer madura, desarrolla su propio estilo, que se complementa perfectamente con su estilo de vida. Saben lo que les sienta bien, comen de forma saludable sin caer en dietas de moda y se niegan a privar a su cuerpo de alimentos esenciales. Viven a su modo y son felices por ello, pues han llegado a la cumbre de su vida.
La Independencia Financiera
Siempre de joven, mi padre me aconsejaba de ser independiente, no dependiente de nadie. Y la verdad, tenía razón. Pues una joven hoy en día, espera siempre que la inviten, paguen otros o pedir dinero a «mamá o papá». Sin embargo, una mujer madura, no tiene ningún problema en sacar su cartera y pagar.
Es financieramente independiente y busca en un hombre cualidades mucho más importantes, como que la trate bien y la respete; en lugar de buscar simplemente su dinero. Claro que eso no quiere decir, que hay mujeres en que prefieren un hombre que tenga poder adquisitivo, pero, ¿hasta qué punto es tan importante que un hombre sea «poderoso»?
La Sexualidad y la personalidad
Cuando se es una mujer joven, se despliega su apariencia y su sexualidad como herramienta para conseguir lo que desea. Pero una mujer madura, por el contrario, hace especial hincapié en su inteligencia, su integridad, sus valores. Es consciente y se siente cómoda con su sexualidad y no encuentra necesidad de utilizarla como una herramienta de validación.
Las Expectativas en la personalidad
Una mujer sigue ciertas normas y no se proyecta ninguna «expectativa» sobre los demás. Sabe lo que vale la pena y lucha por ello. Hoy la mujer madura no baja los brazos ante nada, si quiere conseguir algo. Es luchadora nata.
Los Desacuerdos
Cuando una joven está enfadada o molesta, reacciona con una rabieta y a los gritos, comportándose de forma agresiva castigando al otro verbalmente. En cambio, las mujeres maduras respondemos a este tipo de situaciones de una forma más calmadas cuando deciden comunicar lo que les sucede y muestran su desacuerdo al otro. Aunque hay otras que les vienen unos prontos y no es lo correcto en una dama.
La Personalidad
Nuestra personalidad cambia no solo con nuestros estado de ánimos, sino con el grado de madurez que hayamos alcanzado durante nuestro proceso emocional y afectivo. Desarrollándose paso a paso sin apurarnos por ello.
¿Te consideras una mujer madura? ¿Crees que la madurez se consigue con la edad? ¡Cuéntanos en los comentarios! ¡Atrévete! o si prefieres escribirme privadamente, puedes hacerlo en:contacto.glamouretstyle@gmail.com