Una historia para pensar

La historia de Amanda, es una de las tantas historia de mujeres maduras que en su matrimonio ha muerto el amor, se debe enfrentar a un reciente divorcio y a una soledad, que hacia años no experimentaba. ¿Cómo enfrenta una mujer el divorcio?

He cambiado su nombre real por el ficticio Amanda, pero su historia es tan real como tantas mujeres que no saben qué hacer con su vida, por ser una dependiente emocional.

Me ha contado que después de 35 años juntos, en la que han tenido 3 hijos, descubrió en el móvil de su esposo que la engañaba con otra mujer. En ese momento no entendía por qué le había engañado, cuando ella se había desvivido por él.

Lo había atendido tras un ictus, se alegraba con cada mejoría y él no ha valorado absolutamente nada a ella como mujer. Fue todo un caos en su momento, dado que con esta traición, quedaba claro que el amor había muerto entre ellos.

Solo que para él, era la mujer buena, que atendía todas sus necesidades egoístas, amén de ser la madre de sus hijos. Pero, la verdad, salió a la luz en un momento en que ambos ya eran maduros de edad. Él mismo la echa de la casa, porque esa casa donde se vivieron historias de familia, no era la casa de ella.

La mujer nunca debe depender de un hombre

Afortunadamente, ella tenía una profesión, que le permitió salir a flote y gracias a ello, salió adelante. Pero, referente a su persona, quedaban recuerdos bonitos y no tan bonitos. Vivir sola, era su primera vez desde que fue echada de la casa como si ella hubiera sido la infiel en toda esta historia surrealista.

En un momento, se vio sola para convivir y hablar con su propio interior y desnudar su alma a ella misma. Sus hijos ya eran grandes. Se preguntaba: ¿Qué sería de ella sin el bullicio de una casa en que entraban y salían los jóvenes hijos, y un marido que siempre ella esperaba tras la vuelta del trabajo para comer y charlar contándole lo que había hecho en el día.

Su soledad, se volvió su compañía. Se sentía sola. Sus amigas estaban todas casadas y con sus vidas de esposa, madre y hasta abuelas. Sus hijos que en principio la visitaban o llamaban, lo hacían esporádicamente. Todo ello, iba acabando con su vida y autoestima.

Trató de ser fuerte por ella misma, necesitaba una nueva ilusión, en esa nueva vida que comenzaba de cero. Entonces, empezó a frecuentar sitios que antes se prohibía, para complacer a su ex esposo. Su vida no tenía sentido, pero muchas amigas de infancia y adolescencia así como de trabajo, la animaron a salir de ese estado de depresión que tenía frente a un divorcio complicado tras tantos años de convivencia, lealtad y servicio.

En el tiempo de soledad, no tuvo más remedio que enfrentarse a sus miedos, angustias e inseguridades. No fue fácil para una mujer que se preguntaba: ¿Qué mal ha hecho en la vida, para ser traicionada de esa manera?

Una nueva ilusión

De pronto, cuando conoció a Timoteo, un hombre mayor, viudo, y amoroso, quien como arte de magia, se le cruzó en la vida de Amanda, para hacerla feliz como merecía.

En un principio, Amanda se negaba a tener otra pareja, que alguien la sedujera y la valorara como mujer. Volvía a sentir miedo, las inseguridades retornaban a su vida, pensando en el calvario que vivió cuando se divorció del padre de sus hijos. Ella, que había cerrado totalmente las puertas del amor. Y por arte de magia, el amor golpeó a su puerta.

Tanto fue, que en un momento, cansada de haber servido siempre a los demás y dejándose como mujer a un lado, que se dio la oportunidad de conocer a Timoteo. En su primer cita, dijo que se sentía como una colegiala quinceañera, pero en el transcurrir de las horas mediante una cena y charlas, disfrutó como nunca antes.

Ambos reían y la noche, era amena. Una magnifica velada. Cuando él la acompañó a su casa, se hicieron la promesa de volverse a ver, para seguir disfrutando de la compañía mutua y veladas maravillosas.

Una nueva vida

Hoy por hoy, hace unos tres años, están saliendo, sin ataduras, paso a paso. Si bien cada uno vive en su casa, a Amanda le hace ilusión que Timoteo le llame por móvil y pregunte cómo está o antes de dormir que se envíen mutuamente ese buenas noches.

Ahora bien, después de esta historia real de Amanda, una mujer que tenía supuestamente su vida ya hecha, un revés de la vida, le movió su vida tranquila y monótona.

Es normal que en un divorcio haya conflictos no resueltos y descarguen sus broncas uno contra el otro, como en este caso el ex marido de Amanda. Ella en cambio, una mujer sumisa, dedicada a los suyos, no actuó de la misma forma de su ex.

De pronto, la soledad, incertidumbre, miedos, inseguridades aparecieron en su vida, para que aprenda una dura lección de vida. Nadie está preparada para enfrentar de un momento a otro, un gran cambio en la vida.

Pero, la vida se encarga de hacernos ver con qué actitud actuamos, antes dilemas y encrucijadas. Se nos pone de manifiesto que cosas que damos por echo, la vida nos cambia en un segundo.

Puedes sentir diferentes emociones como: rabia, bronca, ira, echarse culpas de cuál fue el error que no veía antes. Es por eso, que este caso, nos lleva a la reflexión a muchas mujeres que de un momento a otro, su vida puede cambiar en un santiamén, sacándonos de nuestra zona de confort.

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