Ser honesta y directa
Muchas veces, me dicen que al ser demasiado honesta y directa, a la gente no le gusta esa clase de personas, porque se le canta verdades en la cara como puños y eso molesta mucho. A mi particularmente, no me interesa, más si tienes una personalidad definida como la mía, en la que si bien soy honesta y directa lo digo en tono sutil para no herir sensibilidades. No obstante, está claro, que si una persona es reiterativa, en buscar la quinta pata al gato, diré que se vaya a molestar a otro lado, de una forma tajante y no tan apaciguada.
Generalmente, las personas que son tranquilas, son muy observadoras, tienen buen humor y se saben relacionar muy bien con la gente.
“Aquellos que ponen menos énfasis en la honestidad y siendo directos, tienen menos sentido del humor que sus homólogos ‘moralmente conscientes’”, afirma el estudio psicológico de la Universidad de Buenos Aires, Argentina, que se realizaron a jóvenes adolescentes y a personas maduras.
La construcción social
Los expertos en estudios de género, explicaron que mientras un hombre fuerte y con convicción era aceptado por la mayoría de sus compañeros, una mujer con las mismas características podría ser catalogada como autoritaria o enojona y criticona. La posible causa, se origina de la construcción social de que ellos deben ser líderes asertivos, mientras que las mujeres tienen que ser sumisas y cariñosas.
Aunque se nos exijan la verdad, hay ocasiones en las que ser demasiado sincera y directa puede ser negativo, ya que la gente que nos rodea no busca la verdad, sino su verdad. ¿Tu qué opinas?
La cara más oscura de ser demasiado sincero
1. La sinceridad como ataque personal

Como estoy haciendo hincapié en este tema, ser demasiado sincera y directa es bueno siempre que nuestra crítica sea positiva. En el caso de que no sea posible, nos encontraremos con personas que se lo tomarán como un ataque personal. Y esto doy fe que es así y de seguro que tu lo has experimentado también, las reacciones que tienen tanto mujer como hombre, si se le dice algo que no les gusta oir.
Muchas veces, escuchar lo que no nos gusta o no esperábamos escuchar, nos sienta mal. Se ofende y se aleja no sin antes «vomitar» lo que siente en ese momento del pronto que tiene interiormente.
Por eso, debemos tener especial precaución cuando alguien nos dice que seamos sinceras y directas porque, quizás, no quiere que lo seamos si lo que tenemos que decir no es de su agrado.
2. ¿Personas hipócritas?
El mayor inconveniente de ser demasiado sincera y directa, es que nos resultará muy complicado encontrar a personas que piensen y sean como nosotr@s. En lugar de eso, nos encontraremos con los hipócritas.

Estas personas compartirán nuestro punto de vista tan honesto y directo. Pero, sin embargo, a la hora de la verdad, continuarán evitando decir determinadas cosas para que los demás, aun ante la petición de que se les haga una crítica, no se enfaden con ellas. Y de esta clase de personas, hay mucho en la viña del Señor.
3. La sinceridad no está bien vista
Ser demasiado sincera y directa, te acarreará muchos problemas si hablamos, por ejemplo: a nivel estudiantil o laboral. Decirle la verdad a tus compañeros o incluso a tu jefe cuando te preguntan sobre algo, puede verse incluso como una falta de saber estar.
Esto puede provocar que en las entrevistas estudiantiles o de trabajo, aquellas personas que no son tan sinceras como tú, se pongan un puesto por delante de ti por este motivo. Es algo que tenemos que aceptar. La sinceridad y el ser directas, aunque muchos la defienden, no es deseable.
4. Muchas personas se alejarán de ti
Quizás te preocupe que las personas empiecen a alejarse de ti, pero no es que te pase nada, es que estar cerca de alguien demasiado sincera y directa, a veces molesta.
Muchos te criticarán, hablarán de ti por detrás, ¡quieren que seas como ellos! Vivimos en una sociedad donde la sinceridad es entendida siempre seguida de un «pero solo en ciertas ocasiones».
Será una forma que tendrán de «castigarte», ya que todo el mundo habla de la sinceridad y el ser directa, pero nadie se atreve a mencionar los matices que muchos sobreentiende.
5. La sensación de culpabilidad
A veces, debido a todo lo ya mencionado, te sentirás culpable por actuar tal y como se entiende que alguien debe ser sincera y directa. No obstante, no tienes culpa de nada, simplemente los demás no quieren escuchar aquellos aspectos negativos que rechazan de ellos mismos.
Prefieren que no seas tan clara, tan directa. Aunque te digan «sé sincera y directa», cuando en realidad, no quieren que lo seas. Pero, ¡no te sientas mal! No tienes culpa de nada, porque no tienes por qué suponer nada. Si los demás no quieren que seas sincera y directa, deberían decírtelo claramente y de frente. Pero son tan cobardes, que al fin y al cabo es su problema. Esto se da mucho en la adolescencia, porque defendemos nuestros propios ideales y lo mismo pasa cuando llegas a la madurez, no se cambia.
6. Eres una minoría
Si, asi como lo lees, eres una persona sincera y directa, que debe ser consciente de que formas parte de una minoría, como ya te habrás podido percatar, esto es asi.
Y aunque no necesariamente es malo, deberías tenerlo en cuenta para evitar que tu autoestima se vea dañada, debido a conflictos y problemas, incluso recriminaciones, que los demás te harán.
Pero, sobre todo, porque quizás te resulte complicado encontrar personas que sean como tú.

¿Eres tú una persona demasiado sincera y directa? ¿Te has encontrado con personas así? ¿Te molesta la sinceridad y el ser directa con la gente que te rodea? Es importante ser sinceras y directas con nosotras mismas, para no pedirle a los demás ser sinceros y directos cuando, en realidad, no queremos que lo sean.
Esto no quiere decir que queramos que nos mientan, pero sí que las personas sean sinceras y honestas con algunos matices que se deben tener en cuenta. La verdad, qué complicado lo hacemos todo en esta sociedad, en vez de trabajar nuestro propio yo ¿verdad?
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