Cuando llega el verano, siempre debes hacer el cambio de armario. Y, en muchas ocasiones, ir de tiendas para buscar nuevas prendas para esta temporada. Especialmente, aquellas mujeres que para ir al trabajo, deben vestir con cierta elegancia. Por lo que debes pensar en cómo vestirme en verano para ir al trabajo.
Más si sobre todo quieres ir cómoda a trabajar. En realidad, son muchos los factores que debes tener en cuenta a la hora de escoger tu vestimenta para la época veraniega. He aquí a tener en cuenta, que toma más importancia el tejido del que se compone cada prenda y el color. Para facilitarte un poco la tarea, te daré algunos consejos sobre cómo vestirte para ir a trabajar en verano.
Los tejidos y composición
Será necesario, que a la hora de elegir tu ropa de verano para ir a trabajar te fijes en la etiqueta, para saber cuál es la composición de cada prenda y así poder elegir correctamente los tejidos adecuados para los días calurosos.
Los más adecuados son: el algodón, un tejido natural que permite la transpiración de nuestro cuerpo; el lino que también es muy propio del verano ya que es muy fresco; y la viscosa, muy similar y que también resulta cómodo y fresco. Se recomienda evitar los tejidos sintéticos, porque nos darán más calor y nos harán sudar.
Colores
En la época veraniega, tu ropa para ir a trabajar, deberá ser de colores más claros y con más luz que en otoño-invierno. Este tipo de colores atraen menos el sol y, por lo tanto, sentimos menos calor en nuestro cuerpo. Asimismo, también podemos optar por colores brillantes que nos aportarán un toque de vida y frescor.
El calzado
Algunas opciones a la hora de elegir el calzado para ir a trabajar en verano, son: zapatillas o cuñas de esparto, que resultan muy ligeras pero a la vez aportan altura y elegancia; sandalias planas o de tacón. Ahora, según cuál sea tu trabajo y cómo lleves lo de ir con tacones; zapatos «peep toe«, es decir, con los dedos delanteros descubiertos, son una buena opción, o zapatos de tacón 5 cm son mis preferidos. No recomiendo los calzados con tacón aguja, pues llega un momento, en que tus pies te dolerán.
Los vestidos
Los vestidos, particularmente a mi me encantan, son una buena opción para épocas veraniegas, ya que alivian mucho el calor. Al tratarse de vestimenta de trabajo, te recomiendo que no vaya por encima de la rodilla, sino a mitad de rodilla. Y, en caso de que sean de tirantes o sin mangas, podes cubrirte los hombros con una chaqueta o rebeca de algodón, calada, o lo que tu prefieras.
Otra, es que los vestidos sean estampados, o de un solo color, agregando un accesorio como un cinturón de cuero o de cadena muy fina para darle ese toque que necesita un vestido liso.
Eso si, no uses grandes volados en los vestidos porque parecerías que vas a volar. Es preferible un vestido de dos costuras, entallado, no super ajustado.
El escote, preferentemente cuadrado o redondo, pero si te agrada más el escote princesa, lo dejo a tu elección.
Los pantalones y faldas
Para ir a trabajar más cómoda, te sugiero que optes por pantalones más bien anchos, que no te queden muy apretados al cuerpo, ya que eso generará más calor. Lo mismo pasa con las faldas, busca aquellas con las que vayas más fresca. Como ya he dicho, opta por tejidos naturales y que permitan la transpiración del aire.
Las camisas
Si debes seguir vistiendo camisas en verano, por cuestiones de formalidad y elegancia, deberás optar por camisas más ligeras y suaves, que las otras temporadas. Por ejemplo: las camisas de seda o que llevan un porcentaje de seda en su composición, pues permiten la circulación del aire y te resultarán muy cómodas.
Los complementos
Para completar tu look estival para ir al trabajo, le podes añadir algunos complementos que combinen, y le den un valor añadido. Puedes buscar fulares de tejidos fino, bolsos o carteras grandes de colores vivos o incluso de mimbre, collares y pulseras a conjunto, aros, anillos, etc. Los colores de los complementos deben ser neutros, nunca llamativos.
Siempre busca la manera de ir cómoda al trabajo. No necesitas ser el centro de atención.
El peinado
Puedes lucir un moño, una cola de caballo si así lo deseas. Sugiero que tu cabello, esté correctamente teñido, no sea cosa que se vea desprolijo y se te vean las canas. También, está la opción del corte del cabello, y un buen corte, donde tu te lo puedas arreglar, es lo mejor.
El largo del cabello, puede ser hasta los hombros que queda muy bien para una mujer madura. Ahora si prefieres llevarlo largo, no te aconsejo que lo dejes hasta la cintura. Si es recomendable, usar buen champús, acondicionadores y una vez a la semana una mascarilla para cabello. El pelo debe verse brillante, no opaco. Pues es lo que muestras las 24 horas de los 365 días del año, por lo que, es tu carta presentación. Jamás lo lleves sucio y opáco.
Maquillaje
Antes de empezar la sesión de maquillaje, es importante recordar que para tener una piel bonita con un cutis sano y suave, no debes descuidar las técnicas básicas para su cuidado. Desmaquíllate y limpia bien el rostro antes de volverte a maquillar siempre. Aunque ya lo hubieras hecho por la noche, siempre quedan algunos residuos que es importante eliminar por completo.
Después, hidrata la piel con las cremas que se ajusten a tu tipo de cutis, deja que se seque al aire libre para que se absorba bien en el rostro, antes de maquillar. Piensa que la falta de limpieza puede propiciar la aparición de imperfecciones en la piel, lo cual dificultará el óptimo resultado de nuestro maquillaje.
Para empezar con un maquillaje de día, fresco y natural el primer paso – siempre después de haber limpiado el rostro correctamente – es aplicar un corrector en las zonas y áreas donde debamos camuflar, disimular o corregir cualquier imperfección: ojeras, manchas, granitos. El mundo de los correctores faciales, es inmenso. Y, para usar el que más se ajusta a ti deberás conocer cuál es tu tipo de piel y cuáles son sus necesidades.
Existen correctores con pigmentación verde, amarilla, azul, naranja, rosa, morado, blanca e incluso del mismo color que nuestra tez. Si no sabes cuál es el tuyo consulta en tu tienda de cosmética habitual.
Una vez hayas corregido tus imperfecciones a base de corrector, es hora de aplicar la base de maquillaje. Si quieres que el resultado final sea perfecto, te recomiendo adquirir una buena base (libre de aceites y con algo de protección solar), pues es uno de los pilares fundamentales del maquillaje de día.
A la hora de adquirir tu maquillaje, además de cerciorarte de que es del mismo tono que tu piel, hay muchos otros matices que pueden servirte de ayuda: base satinada, ligera, etc. Ya que este maquillaje está pensado para aguantar durante el día te recomendamos utilizar una base de larga duración, fluida y de cobertura ligera media. ¡Perfecta para el estrés rutinario!
Luego aplícate un rubor suave como un rosa, en las mejillas. Un rosa suave en los labios o un tono nude y por último un poco de rímmel en las pestañas y un color marrón difuminado en tu párpado móvil y debajo de la pestaña. Es un maquillaje, suave, fresco y no muy llamativo. Por último, rocía todo el maquillaje con un fijador de maquillaje.
Bien, imagino que con todos estos tips, te verás maravillosa cuando vayas al trabajo. Ya que mirarán lo guapa que eres.
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